Ví este cortito de Pocoyó (me los tengo que recetar a petición -por decirlo de alguna manera- de Pascualín) y me acordé irremediablemente de los cumpleaños de mis papás cuando éramos niños. Pobrecillos, las que tenían que pasar ¡y por tres!
Ví este cortito de Pocoyó (me los tengo que recetar a petición -por decirlo de alguna manera- de Pascualín) y me acordé irremediablemente de los cumpleaños de mis papás cuando éramos niños. Pobrecillos, las que tenían que pasar ¡y por tres!